miércoles, 30 de enero de 2013

El esoterismo moderno

El esoterismo moderno
Pese a hundir sus raíces en el esoterismo antiguo, el moderno esoterismo empieza propiamente a ser conocido con los misterios eleusinos. En Eleusis se celebraban cultos en honor a Deméter, de su hija Perséfone y de Baco. Los iniciados se purificaban mediante el ayuno y un baño ritual en el mar. Visitaban la cueva de Plutón, que señalaba la entrada al Hades, y los iniciados se ponían velos y consumían una bebida de cebada. Dentro del telesterion, nombre del santuario, se celebraba un drama sacro tras el que se mostraba a los participantes una rama de trigo.
La secta judía de los esenios admitía la inmortalidad del alma, pero rechazaba la doctrina de la resurrección. Solían vestir de blanco, dando una gran importancia a la pureza ritual, y carecían de propiedad privada, disfrutando todos los bienes con igualdad. Los aspirantes eran sometidos a prueba durante un año, al que seguían dos de iniciación, antes de ser miembros plenos de la comunidad. Los manuscritos de Qumrán parece probable que pertenecieran a esta comunidad, que se estableció en el desierto de Judá durante el siglo II a.C. y que fue destruida por el ejercito de Vespasiano en el año 68 d.C..
Con la aparición de Cristo el esoterismo resurge con fuerza, en parte por la persecución de que son objeto los cristianos, en parte por el uso de parábolas y metáforas, de las que cada uno capta el significado que está preparado para comprender. Durante los dos primeros siglos de la era cristiana, el gnosticismo (gnosis: conocimiento, facultad de conocer) fundará las bases del cristianismo con elementos helenistas, orientales y judíos. Tenían, como los esenios, una concepción dualista del universo: la lucha de las potencias del bien y del mal. En su mitología, un “trickster” masculino engaña a su madre, la diosa celeste Sophia, para que le ayude a crear el mundo de una sustancia innoble llamada “agua”, por lo que el resultado es defectuoso. Este demiurgo es considerado orgulloso o loco, pero en pocos textos aparece como francamente malo. Los gnósticos buscaban liberar la chispa del espíritu, aprisionada en el alma, para remontarse a su origen supracósmico. Gnósticos famosos fueron Basílides, Valentín y Marción, que influyeron en movimientos como el neoplatónico, el maniqueo, el bogomilo, el cátaro, etc.
El sufismo es la cara mística y esotérica del islam. Su nombre deriva de los vestidos de lana (suf) que utilizaban los ascetas musulmanes (faqir o darvish). Estos místicos buscan la unión con Dios a través del amor, el ascesis y la devoción, y aceptan el poder absoluto del maestro (skaykh o pir) sobre el discípulo. Entre sus maestros destacan el murciano Ibn Arabi (1.165-1.240). Al-Hallaj (857-922) y Jalal al-Din Rumi (1.207-1.273), fundador de los mawlawiyas o derviches danzantes.
La cábala es la expresión del esoterismo judío basada en el Sefer Yetsirah (Libro de la Creación, s. IV) y en la literatura hekhalótica o de los “palacios” celestiales. El concepto de los 10 Sefiroth, números metafísicos o numeraciones de los aspectos divinos, y las 22 vías que los comunican, correspondientes a las 22 letras del alfabeto hebreo, son la base de la ciencia de las letras y los números, compuesta por:
-         Gematría: la ciencia del valor numérico de las letras
-         Notarikón: la ciencia de las letras primera, media y final de las palabras
-         Temurah: la ciencia de la permutación y la combinación de las letras
La cábala supuestamente nació en Provenza (Isaac el ciego, 1.160-1.235), donde se escribió el Sefer ha-Bajir (Libro de la Claridad) y se extendió hacia Cataluña y Castilla de donde son las figuras más emblemáticas de la mística cabalística: Moisés ben Nahmán (1.195-1.270), Abraham ben Samuel Abulafia (s. XIII) y Moisés de León (1.250-1.305), autor del Sefer ha-Zohar (Libro del Esplendor).
La influencia de la cábala en el esoterismo occidental es profunda e innegable, y ha dejado huella en nuestros diccionarios como intriga, maquinación, conjura, suposición y como cálculo supersticioso para averiguar una cosa.
Así como Jesucristo reformó el judaísmo, Buda fue el precursor de un nuevo enfoque en el brahmanismo hindú. De entre sus seguidores, los budistas tibetanos o lamaístas son los que mejor se conocen en Occidente como portadores de un saber esotérico, que se difunde entre los aislados monasterios de las faldas del Himalaya y que enseñaron a varios occidentales, como supuestamente afirman, Tuesday Lobsang Rampa y H.P. Blavatsky. Hoy en día, es uno de los caminos espirituales de mayor crecimiento, aunque el Dalai Lama pide prudencia ante los últimos escándalos y aconseja 15 años de práctica antes de elegir maestro. Existe gran número de rimpoches y maestros que han ocasionado facciones internas en disputas. En Occidente, uno de los más conocidos es Sogyal Rimpoche y su libro “El Libro Tibetano de la Vida y la Muerte”.
Entre los siglos III y VI asistimos a una mezcla del pensamiento platónico con elementos místicos occidentales, estoicos, pitagóricos y gnósticos. Es el nacimiento del neoplatonismo que, aunque opuesto en un principio al cristianismo, va a influir indeleblemente sobre los Padres de la Iglesia. Así, Orígenes, el más importante padre antes del Concilio de Nicea (325 d.C.), estudia filosofía con Ammonio Saccas y con Plotino (205-270 d.C.) el fundador del neoplatonismo. Tras la muerte de Plotino, la corriente neoplatónica se transformó en una religión, con sus ritos y misterios, y su pensamiento influiría en San Agustín y San Clemente a la hora de forjar sus ideas metafísicas y teológicas. El neoplatonismo afirma que la Unidad es la única realidad, toda la vida es Una, aconseja la moderación en lo que se posee y la búsqueda del bien en todas las cosas, huyendo del dogmatismo. Otros destacados neoplatonistas fueron Porfirio (234-305) y Proclo (401-485).
En el año 1.118 llegan a Jerusalén, durante el reinado de Balduino I, ocho caballeros guiados por Hugo de Payns y se convierten en el primer núcleo de la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, con los votos de pobreza, castidad, obediencia y defensa de los peregrinos. El rey los acoge y aloja en el claustro del viejo Templo de Salomón y, se convierten así, en los Caballeros del Temple. En el año 1.128 la orden fue confirmada por San Bernardo en el Concilio de Troyes como una Militia Christi. La orden recibe desde su fundación inmensas donaciones y establecen capitanías por toda Europa, asumiendo un inmenso poder y respondiendo de sus actos sólo ante el Papa. En1.291 cae San Juan de Acre, el reino cristiano de Jerusalén ha concluido, pero los templarios siguen siendo poderosos hasta 1.307, cuando Felipe IV el Hermoso, rey de Francia, decide hacerse con las arcas de la orden y los lleva ante el tribunal de la Inquisición. El Papa Clemente V  protestó ante el monarca, pero acabó ordenando la supresión de la orden en 1.312, y en 1.314 su último gran maestre, Jacques de Molay es quemado en la hoguera. Según la tradición, antes de morir, Molay vaticinó la ruina de sus perseguidores y, antes de un año, murieron el Papa, el rey y Nogaret, canciller del rey y principal ejecutor de la orden.
A partir de aquí comienza la leyenda: los templarios tuvieron contacto con musulmanes y judíos de los que pudieron aprender alquimia y cábala, y situaron sus fortalezas en emplazamientos megalíticos, antiguos focos de poder telúrico. Las teorías sobre sus conocimientos son numerosas y han dado origen al nacimiento de multitud de movimientos pseudotemplarios que, por lo demás, no tienen mucha razón de ser si la propia orden dejó de existir como entidad. Los templarios fueron absorbidos por otras órdenes (Montesa, Hospitalarios y Teutones) o simplemente cambiaron de nombre como en Portugal (Caballeros de Cristo). Por último, se supone que algunos de ellos se instalaron entre los gremios de obreros, dando origen a la francmasonería, los libres constructores que se difundieron por el mundo.
En el año 1.614 se publicó en Kassel (Alemania) la Fama Fraternitatis R.C., que se atribuye a Johann  Valentín Andreae, el cual publicó en 1.916 “Las bodas químicas de Christian Rosenkreuz”.
 Se dice que en el siglo XV un instructor espiritual, de nombre simbólico Christian Rosencreuz (Cristiano, Rosa, Cruz) fundó la orden Rosa-cruz, para arrojar luz sobre la religión cristiana. Según un texto posterior a la Fama, la “Confessio fraternitatis Rosae-Crucis, ad eruditos Europae”, se dice que nació en 1.378 y que viajó al Santo Sepulcro y después a Damasco, Egipto, Fez y España, donde aprende cábala, alquimia, magia y es iniciado en los misterios. Después vuelve a Alemania donde funda la Fraternidad Rosa-Cruz, para que guíe a los gobiernos de Europa por los caminos del bien y el orden. Sus seguidores han de pasar desapercibidos y no identificarse como rosa-cruces, dedicándose a la caridad y el saber.
El misterio sobre la orden ha hecho a muchas personas identificarlos como templarios y, con éstos, muchas sociedades afirman descender de ellos en la actualidad, aunque Fulcanelli escribió que “la pretendida confraternidad de la Rosacruz jamás tuvo existencia social. Los adeptos portadores del título son hermanos solamente por el conocimiento y el éxito de sus trabajos. Ningún juramento los compromete, ningún estatuto los liga entre ellos, ninguna regla aparte de la disciplina hermética libremente aceptada, voluntariamente observada, influye en su libre arbitrio”.
La masonería también recoge la tradición de los templarios y, aunque se organiza lentamente durante varios siglos, cristaliza en Inglaterra, en el siglo XVIII, con el “rito escocés”. Se basa en la leyenda solar del maestro Hirán, arquitecto del Templo de Salomón, que es asesinado por tres maestros albañiles, que representan la ignorancia, la ambición y la hipocresía, y los tres últimos meses del año cuando el sol pierde fuerza. El maestro es sepultado y se confía su descubrimiento a nueve maestros (los otros nueve meses), de los cuales Stolkin, el elegido (Junio), encuentra el cadáver del maestro. Los masones utilizan la simbología de los gremios de albañiles (en francés, maçons) y se agrupan en logias fraternales, que dependen de una organización central (Gran Logia o Gran Oriente). Sus 33 grados hacen referencia a diferentes doctrinas filosóficas y religiosas: 1º grado-egipcio, 2º grado-helénico, 3º grado-caldeo asirio, etc.
En el siglo XIX y el XX sobre todo, suponen, más que innovaciones, el afloramiento público de conocimientos ocultos y la formación generalizada de sociedades, que se dicen herederas de antiguos saberes, y que tienden, en muchos casos, a una sinergia entre Oriente y Occidente. Sus métodos de investigación y enseñanza son muy diversos, y van desde la lógica y el método empírico, a la revelación y la clarividencia.
Allan Kardec (1.804-1.869) nació en Lyon y murió en París y su verdadero nombre fue Leon-Hippolyte Denizart Rivail. De profesión pedagogo, estudió a partir de 1.854 la mediumnidad y, del análisis de las experiencias de que fue testigo, creó un corpus de conocimiento al que llamó Espiritismo (término acuñado por él). Afirma la supervivencia del espíritu, su vida en otros mundos, que dependen de su estado evolutivo, y la posibilidad de comunicación con ellos.
En 1.875, Helena Petrovna Blavatskaya, funda la Sociedad Teosófica con estos principios:
·       Expresar la hermandad entre todos los humanos, cualquiera que fuese su raza, credo, color o condición social.
·       El estudio comparativo de las religiones para establecer una ética universal.
·       El desarrollo de las facultades latentes del alma humana.
La sociedad adoptó el lema “Satyat nasti paro Dharmah” (no hay religión más elevada que la verdad) y expuso su doctrina en las extensas obras “Isis desvelada” (1.875) y “La doctrina secreta” (1.888). Los más importantes continuadores de la obra de Blavatsky fueron C.W. Leadbeater, Annie Besant y Alice Bailey, que han dejado una gran huella en el esoterismo moderno.
Rudolf Steiner (1.861-1.925), tras una década en la Sociedad Teosófica, funda la Antroposofía. En ella expone la evolución de la tierra a través de siete épocas y siete civilizaciones, con Ahrimán y Lucifer como oponentes de la humanidad. Asignaba cuatro cuerpos al hombre y creía en la reencarnación y los planos espirituales. También desarrolló una medicina antroposófica, mezcla de herborismo y homeopatía.
Edgar Cayce, el “profeta durmiente”, nació en 1.877 en Kentucky y fue uno de los más notables mediums del siglo XX. En estado normal era un cristiano ortodoxo y conservador, pero a raíz de una sesión de hipnosis en 1.898, para curarse una dolencia, descubrió durante el trance profundo una gran habilidad para la diagnosis psíquica y la curación. Las curaciones de Cayce fueron muy numerosas y bien atestiguadas pero, lo más curioso, es que durante las sesiones comenzó a hablar de las vidas pasadas de los pacientes y evocó una extensa historia de la humanidad, que se remontaba a la Atlántida.
Murió en 1.945 y la “Association for Research and Enlightenment” (ARE) es una fundación cuya actividad se centra en al investigación y difusión de las enseñanzas de Cayce.
P.D. Ouspensky (1.878-1.974) nació en Moscú y, desde temprana edad, demostró ser muy inteligente. Estudió como discípulo de G.I. Gurdieff de 1.915 a 1.918 aprendiendo de éste las técnicas recibidas de una secta mística sufí. Su trabajo estudia fundamentalmente la conciencia y subraya que el hombre, en estado habitual, se halla dormido y bajo control de una “Falsa personalidad”. Para despertar necesita de una “escuela” que, según sus palabras, es una “organización para la transmisión a un cierto número de personas preparadas del conocimiento proveniente de la mente superior”.
De los muy numerosos gurús orientales, sobre todo hindúes, que trajeron sus enseñanzas a Occidente y fundaron diversas escuelas, cabe destacar a Mahesh Prasad Varma, nacido en 1.917 y que estudió en la universidad de Allahabad, física y matemáticas. Se retiró a los Himalayas donde fue iniciado en prácticas yóguicas y cambió su nombre por el de Maharishi. Afirmó que no era necesaria una vida de renuncia para alcanzar la iluminación y se estableció en 1.959 en California, donde comenzó la enseñanza de la “Meditación Trascendental” (MT), que tuvo una gran acogida por su sencillez.
Este siglo ha visto surgir a la luz uno de los sistemas de enseñanza más antiguo de nuestra civilización y quizá de los peor comprendidos: el chamanismo.
Si hay que hablar de un gran difusor de este sistema, ese es, sin duda, Carlos Castaneda. Nació en Cajamarca (Perú) en 1.925 y estudió en Lima, Méjico y los EE.UU.. Más tarde, durante un estudio antropológico, conocería al nagual Juan Matus y su linaje de guerreros, convirtiéndose en su aprendiz y sucesor. Sus enseñanzas sobre los estados de conciencia, los campos energéticos y las posibilidades latentes del ser humano, comenzaron a ser conocidas con “Las enseñanzas de Don Juan” (1.968). La repercusión de su obra es mundial debido a la coherencia de sus enseñanzas y al misterio que envuelve a este chamán, esquivo y anónimo, que no buscó las multitudes más que con sus libros.

sábado, 5 de enero de 2013

La plegaria: La Oración del Corazón


En el año 1.054 se consumó la separación entre la iglesia de occidente y la de oriente. La primera, sobre todo tras el Concilio de Trento (1.545-1.563), se vuelve cada vez más polémica y racionalista, tratando de abarcar a Dios con su mente como un concepto abstracto e inabordable y, al mismo tiempo, tratando de especular sobre su naturaleza. La iglesia de oriente en cambio mantiene en su pureza el concepto primitivo de buscar la unión con Dios, y  la búsqueda de muchos padres de la iglesia queda plasmada en la Filocalia (“amor a lo bello”), que es una antología de textos ascético-místicos, dividida por autores y temas, que recoge la sabiduría de oriente en el trabajo personal y la dirección de las conciencias; este proceso se puede resumir con la introducción que poseían las primeras ediciones de este libro:” Filocalia de los Padres vigilantes, compuesta a partir de los escritos de los Santos Padres habitados por Dios, en la que, por una sabiduría de vida, hecha de áscesis y contemplación, el espíritu es purificado, iluminado y alcanza la perfección”. En esta concepción mucho más práctica de la espiritualidad nace el  Hesicasmo (“quietud, tranquilidad”), que busca la reunión del hombre con Dios a través de unos métodos que nos recuerdan claramente la tradición hinduista (Yoga), budista (Zen) y esotérica.

Las técnicas utilizadas en el ambiente monacal incluían la regulación de la respiración, la postura del cuerpo, la visualización, el aislamiento, la vigilancia de uno mismo, el control de los alimentos y, sobre todo, la repetición mantrámica constante de la “oración del Corazón”. Cuando el novicio vence las pasiones del cuerpo se convierte en un impasible y ha de dedicarse a la lucha contra los pensamientos impuros para conseguir ser un hesicasta, sereno, dulce, manso y en paz. En estos combates utiliza la oración del Corazón u oración a Jesús, que el libro “El peregrino ruso” define diciendo que “la continua oración interior a Jesús es una llamada continua e ininterrumpida a su nombre divino, con los labios, en el espíritu y en el corazón; consiste en representarlo siempre presente en nosotros e implorar su gracia en todas las ocasiones, en todo tiempo y lugar, hasta durante el sueño. Esta llamada se compone de las siguientes palabras: Jesús mío, ten misericordia de mí ”. La oración se puede dividir en dos partes, ”Señor Jesús, hijo de Dios” es pronuncia, verbal o mentalmente, mientras se inspira y se produce la diástole (dilatación) del corazón, y la segunda parte “ten piedad de mí” se dice mientras se espira el aire de los pulmones y se produce la sístole. Por supuesto esta técnica necesita entrenamiento y el acompasamiento del corazón es lo más difícil de conseguir, pero no ha de hacerse mecánicamente, sino sintiendo lo que se dice. La oración tampoco es inamovible y algunos monjes preferían decir solo Jesús o Jesucristo, lo importante es que una vez hecha la elección la persona persevere en ella sin cambiarla.

 Gregorio del Sinaí aconseja sentarse en un asiento bajo, en la oscuridad e inclinar la cabeza sobre el corazón mientras se pronuncia la oración sin interrupción. Calixto Telicoudes, por su parte, aconseja: “ Cuando reces, inspira al mismo tiempo, y que tu pensamiento, dirigiéndose al interior de tí mismo, fije su meditación y su visión en el lugar del corazón de donde brotan las lágrimas. Que tu atención permanezca ahí en la medida que puedas. Te será de gran ayuda. Esta invocación de Jesús es una fuente de lágrimas continuas y abundantes que libera al espíritu de su cautividad, otorga paz y ayuda a descubrir la oración permanente del corazón por la gracia del Espíritu vivificante en Jesucristo Nuestro Señor”.

Ciertamente no todas las personas comulgarán con la ideología cristiana, pero lo importante, al igual que en la meditación, es concentrar nuestra atención en un símbolo que aglutine nuestras más elevadas aspiraciones espirituales. Puedes escoger a Buddha, a  Mahoma o a lo que tú creas que puede simbolizar tu  Yo superior, lo importante es la esencia, no el envoltorio.

viernes, 4 de enero de 2013

El Predador


Existe un tema inquietante de abordar, y que parece ridículo en un primer análisis.

Si observamos la naturaleza podemos ver un ciclo en el que todo se alimenta de otro ser vivo y a su vez es comida para otra especie, excepto el hombre, que colocamos en la cima de la pirámide alimenticia, disponiendo de todos los recursos y sin ningún ser que lo ponga en peligro.

No obstante existen ciertas opiniones en contra que, si bien no son muy conocidas, nos recuerdan un mundo como el que aparece en la película Matrix.

En esta línea podemos mencionar los relatos chamanísticos de Don Juan., concretamente en el libro El Lado Activo del Infinito. En el se asevera que una raza de predadores se alimenta de la conciencia de cada hombre. Este predador llamado volador es una sombra que se mueve a saltos y que no nos es del todo invisible, sobre todo en la oscuridad, pero que de pequeños aprendemos a no prestarle atención ya que los adultos no lo ven. Don Juan afirma en el libro que para tenernos controlados el volador nos dio su propia mente, a través de la cual nos controla y nos da nuestro sistema de creencias. A través de ella introduce ideas en nuestra mente que acrecientan nuestra conciencia, y luego la devora. De ahí la diferencia entre el potencial de la mente del hombre y su ridículo sistema de creencias que vendría impuesto desde el exterior.

En el Cuarto Camino (Gurdjieff, Ouspensky, etc.) aparece otra teoría que afirma que la Luna es un planeta en fase de crecimiento, y que la vida orgánica sobre la Tierra es su alimento. Cuando un ser vivo muere sus energías sutiles son absorbidas por la Luna, por lo que la Luna se alimenta de nosotros una vez morimos.

Para encontrar una ligazón entre estas dos teorías, debemos acudir a La Doctrina Secreta de H.P. Blavatsky. En el libro tercero se dice - ¿Quiénes son los “Señores de la Luna”? En la India son los llamados Pitris o “Antecesores Lunares”, pero en los manuscritos hebreos es Jehovah mismo el “Señor de la Luna”, colectivamente como la Hueste, y también como uno de los Elohim.- . Más adelante se afirma que existen 7 clases de Pitris y que fueron concretamente los Agnishvâttas los que dotaron de mente al hombre. Blavatsky afirma que estos seres rehúsan crear el cuerpo del hombre y solo le dan su mente, y que por ello se ha degradado a estos dioses en demonios en las diferentes religiones, ya sea el cristianismo, el zoroastrismo o el brahmanismo. La Doctrina Secreta, no obstante  los define como Ángeles de Luz, y como una fuerza benefactora. Es en cualquier caso un tema curioso sobre el que meditar.

miércoles, 2 de enero de 2013

La constitución energetica del hombre 1


La concepción del hombre, a la que nos llevó la ciencia desde el siglo XIX, como una máquina física que solo depende de su inmediato ecosistema, está cambiando gradualmente desde principios del siglo XX gracias, paradójicamente, a esta misma ciencia. Hoy, ya en el siglo XXI, cada vez más personas, desde físicos a médicos, se están dando cuenta de que las antiguas tradiciones, sobre todo orientales, que describían una anatomía sutil del hombre, basan sus teorías en hechos que nuestra tecnología está comenzando a mostrarnos.

Un experimento realizado en 1906 por el doctor Mc Dougall, en el Hospital General de Massachusetts, con personas moribundas situadas sobre una balanza de precisión que registraba hasta un décimo de onza, demostró que al morir estos, había una pequeña pero sensible disminución de peso. Más tarde el profesor Twining, jefe del departamento científico de la Escuela Politécnica de los Ángeles, realizó el mismo experimento con animales dentro de una doble burbuja de cristal y con balanzas aun más sensibles, y también obtuvo resultados positivos.

En 1939, el profesor ruso en ingeniería Semion Kirlian descubrió accidentalmente, el hospital de Krasnodar, un fenómeno eléctrico de ionización al utilizar un nuevo generador de alta frecuencia para el tratamiento de un paciente. Con la ayuda de su esposa Valentina diseñó una cámara fotográfica electrónica de alta frecuencia, que mostraba un aura en todos los tejidos vivos y que desaparecía al morir estos. Especialmente famosas son las fotografías de hojas, a las que se ha arrancado un trozo, y presentan en el negativo una imagen fantasma o energética de la sección cortada. Este invento fue dado a conocer por las periodistas norteamericanas Sheila Ostrander y Lynn Schroeder, en 1973, en su “Manual de experimentos parapsíquicos” que desató la curiosidad en todo occidente.

La antigua Unión Soviética y sus aliados parece que investigaron en profundidad toda clase de fenómenos paranormales durante la “guerra fría”, la mayoría de los cuales aun permanecen secretos.

 

El inventor checo Robert Pavlita desarrolló una serie de “generadores positrónicos” no mecánicos, que condensaban el campo energético del ser humano y lo usaban en la producción de diferentes fenómenos paranormales. Según la forma y el material del que estaban construidos, servían para hacer girar una hélice de metal, purificar agua, germinar semillas y otros fenómenos psíquicos. Con la anexión por la URSS de Checoslovaquia, los militares rusos asumieron el control de la investigación y ocultaron el proyecto, según dicen Ostrander y Schroeder en su libro “PSI: Psychic Discoveries Behind the Iron Curtain”.

 

En 1971, un físico antiguo colaborador de Eisntein, el doctor David Bohm, propuso que la organización del universo es probablemente holográfica. En un holograma cada segmento es capaz de reproducir la imagen  entera, o sea que cada parte contiene el todo.